sábado, diciembre 22, 2007

Savia Alpina


El merengue eterno

de esas señoras

y sus escotes profundos

por donde escurre

su savia helada

la que intenta despertar

a esta auto- exiliada sin motivos políticos

de adorno,

con la sinceridad

más desnuda que nunca,

exhibiendo su corazón patiperro.

No bebí savia más pura

ni savia más viva

que aquella savia alpina

que intentaba romper

el cristal de mi ensueño.


(Ana Karina)